DE CHANDIGARH A SIMLA

26-27 de Octubre del 2008

Son las 7 de la mañana y acaba de sonar el despertador.... nos tenemos que levantar, hacer las mochilas, desayunar y estar en la estación de autobuses del sector 17 a las 9 para encontrarnos con nuestro amigo Narindar “El ángel de los turistas”.

Han sido dos días muy intensos con él ya que nos ha enseñado sitios en Chandigarh a los que nosotros no hubiésemos ido nunca solos.

Seguimos compartiendo ruta con nuestros amigos holandeses Jolanda y Gerbert. Jolanda estuvo mala ayer todo el día (algo no le sentó bien y necesitaba un WC cerca) y se quedó en el hotel. Hoy no se encuentra muy allá pero está un poco mejor y se ve con fuerzas de cargar su mochilón y partir hacia Simla.

Nos vamos a desayunar a una cantina muy pequeña que hay en una calle cercana al hotel en el sector 45. Aquí no hemos visto turistas y la gente habla muy poco el inglés, pero los gestos universales siempre nos ayudan a entendernos cuando tenemos hambre...
Nos sentamos en la única mesa que hay libre (el local de 20 metros cuadrados solo tiene 5 mesas) y esperamos a que nos tomen nota. Mientras tanto vemos a una mujer subida a una de las mesas encendiendo incienso y pasándolo por delante de 4 fotos que tiene colgadas de dioses hindúes. Aquí la gente es muy religiosa y casi todo el mundo tiene fotos colgadas e ilustraciones de sus dioses.

El chico no viene a tomarnos nota, y tampoco tenemos carta donde pode ver lo que pedir pero en unos minutos empieza a servir el desayuno en todas las mesas a tajo parejo. Hay lo mismo para todos; un cuenco con yogur natural y azúcar, una chapati (pan redondo) rellena con patata y una salsa de verduras extra maxi picante que solo de tenerla encima de la mesa ya nos molestaba. ¡¡Pues a desayunar!! tampoco hay más sitios donde poder elegir por esta zona que hayamos visto.
La verdad es que estaba todo muy bueno (evidentemente la salsa picante ni la probamos) y solo pagamos 9 rupias por persona.
Una vez desayunados, nos fuimos al hotel, cogimos nuestras mochilas y nos fuimos a la estación de autobuses del sector 17 en autorickshaw (moto de 3 ruedas) por 60 rupias todos.

Allí nos esperaba nuestro amigo Narindar para un breve encuentro de tan solo 5 minutos, ya que teníamos que coger el autobús local que nos llevaría a la otra estación de autobuses del sector 43 (5 rupias) y allí coger un autobús hasta un pueblo llamado Kalka (34 rupias), desde donde partía el tren (168 rupias) que, entre las montañas, iría ascendiendo poco a poco para llevarnos a SIMLA.

Una vez en la estación de trenes de Kalka, fuimos a comprar el billete después de hacer la correspondiente cola y con el papelito que nos habían dado nos fuimos al anden a subirnos al tren. En teoría nos habían dicho que estaba todo el tren completo y que hoy ya no habían más, por lo que nos tocaría devolver los billetes de tren y volver a la estación de autobuses a probar suerte.
Pero finalmente, le preguntamos al revisor en persona y nos hizo 4 huecos en un momento. Era 1ª clase y nos tocaría pagar la diferencia (nosotros habíamos comprado 2ª clase), pero por tal de no dar más vueltas aceptamos encantados.



El tren partió a las 12:45 de Kalka y llegó a Simla a las 18. En total 5 horas y 15 minutos.
El tren es muy bonito y antiguo, está muy bien para hacerle un par de fotos pero no para viajar en él 5 horas!!. Nosotros íbamos en 1ª clase y los asientos eran incómodos y muy pequeños. El que iba al lado de la ventana bien, pero el que iba del lado del pasillo se le quedaba medio cachete del culo fuera. Y encima te ibas chocando todo el rato con las rodillas del de enfrente.






Esta línea de tren la construyeron los ingleses para poder acceder al pueblo de Simla, que utilizaban de 2ª residencia en los meses de verano, cuando el calor en Delhi y otras regiones es insoportable. Simla está adosada en lo alto de una montaña a 2205 metros sobre el nivel del mar. El clima aquí es más benévolo y el calor más soportable.
El paisaje que se puede ver durante el trayecto es muy bonito y merece la pena el sufrimiento. Hace diversas paradas en estaciones remotas, en algunas de las cuales te ofrecen bocadillos y otras cosas para comer y beber.





Llegamos a Simla y, como siempre, en cuanto bajamos del tren ya teníamos a un “nuevo amigo” ofreciéndonos hotel. Nos ofrecía habitación doble con baño, agua caliente y buenas vistas por 400 rupias la noche. Nos quedamos con el papel que nos dio y le dijimos que nos íbamos a cenar algo y luego ya pasaríamos por su hotel a verlo. Pero como era de esperar, el hombre nos acompañó todo el trayecto hasta el hotel y nos dijo que había un restaurante justo al lado.
Después de casi 20 minutos de caminata por las empinadas calles de Simla (no se puede acceder en taxi, coche ni autorickshaw) llegamos a su hotel (Hotel City View). La verdad es que no estaba mal, vimos las habitaciones y estaban francamente bien, con unas vistas muy chulas. Pero queríamos chequear algún hotel más para ver por donde van los tiros. Nos dispusimos a cenar en el supuesto restaurante y resultó ser una mini terraza en lo alto del hotel con 4 sillas metálicas y una mesa diminuta. Estaba descubierto y hacía un frío que pelaba... ya no nos pareció bien todo esto y nos fuimos a un restaurante de verdad en la calle principal con los mochilones.
Mientras Laura y Jolanda pedían la cena, Gerven y yo nos fuimos a mirar unos hoteles más. Seguramente nos quedemos aquí 4 días y merece la pena encontrar algo barato y cómodo.
Revisamos 4 y al final nos quedamos con uno que tenía la mejor habitación que hemos visto de momento en la India por 550 rupias la noche. Esta habitación se la quedaron los holandeses (solo había una) y nosotros nos conformamos con otra de 400 rupias no tan chula pero muy cómoda (Hotel Mehman).

Ahora mismo estamos en la cama tapados con dos especies de edredones. Es una cosa curiosa que las camas aquí sean muy anchas (no largas ya que se me salen los pies en todas las camas) pero sin embargo no tienen sábanas ni mantas de la medida y optan por poner dos individuales, con lo cual a la que te mueves un poco te destapas constantemente...

Os voy a dejar que la morriña me puede y mañana tenemos un día duro por delante.

Dulces sueños a todos/as.

E-mail: unpaseilloporelmundo@hotmail.com

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