JAIPUR

19 al 21 de Diciembre del 2008

Después de varios días en la ciudad de Agra, nos adentramos en la región del Rajastan para visitar su capital, Jaipur.



La verdad es que a nosotros las ciudades no nos suelen llamar mucho, y menos en la India que son mucho más caóticas y están más contaminadas, cuesta más desplazarse y buscar hotel... pero hay que visitarlas también.

Dos días le hemos dedicado a ver, principalmente, la antigua ciudad amurallada, en teoría de color rosa. Resulta que en 1876, el Marajá Ram Singh hizo pintar toda la ciudad de color rosa para dar la bienvenida al Príncipe de Gales. Y es que el rosa estaba asociado a la “hospitalidad” y se ha mantenido esta tradición desde entonces.

Lo cierto es que poquitas casas vimos de color rosa, más bien un lila desgastado pero no se aprecia muy bien.

La antiga ciudad es muy grande y contiene muchos bazares, principalmente de plata y téxtiles.

Además, son muy famosas las gemas (piedras semipreciosas), que las trabajan principalmente en el barrio musulman en la Calle Pahar Ganj. No es una zona donde vayan mucho los turistas y nos recordó mucho a nuestro viaje a Egipto, con todos los niños y hombres mayores saludando. Si os gusta adentraros en “sus” calles, no dudéis en visitar este barrio.

Dentro de la ciudad antigua, Laura aprovechó la ocasión para visitar un museo (“Museo de Shree Sanjay Sharma”) donde se exponen multitud de objetos recopilados por los padres de Shree Sanjay, que murió siendo un niño. Entre ellos juegos, pero solo pueden exponer una mínima parte de los juegos que tenía por falta de espacio. En un año se trasladan a un museo nuevo donde se podrán ver todas las piezas.

Y poco más os podemos contar de Jaipur, solo que nos costó mucho encontrar alojamiento y acabamos en un hotel muy tranquilo pero muy apartado de todo llamado “Hotel Hatroi Palace”, nos costo la noche 450 rupias y la habitación era normalita. El servicio era muy atento y limpio.
La Guest House Ever green, estaba muy bien y nos ofrecían habitación por 350 rupias, pero estaba lleno y la habitación que nos mostraron no nos convenció. Es una buena opción.
Si está lleno, hay uno justo al lado que tampoco estaba nada mal. Es un poco más caro pero la zona es buena.

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