TRECKING POR NARANAGH

2 al 7 de Octubre del 2008

Al ser el primer trecking que vamos a hacer y siendo una zona un poco conflictiva, hemos decidido contratar un paquete que nos ha ofrecido nuestro amigo Shabbin, que incluye un trecking de 5 días, billete de autobús hasta LEH y nos invita dos noches en su casa para vivir con ellos las fiestas del fin de año musulmán (EID).

En total nos ha costado 240 € los dos + 500 rupias de propina que dejamos al guía, cocinero y hombre de los caballos.

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Hoy hemos amanecido en casa de nuestro amigo Shabbin en Cachemira, son las 9:00 de la mañana y hemos dormido muy bien.

A las 10 de la mañana hemos salido en un 4x4 TATA dirección a un pueblecito llamado “Naranagh”, en medio de un valle con las montañas nevadas al fondo. La verdad es que el pueblo se compone de unas cuantas casas desperdigadas por todo el valle.

Para hacer el trecking nos acompañan el guía (Ashrop), el cocinero (Riasa) y el hombre de los caballos (Risasa) que cargará con todos los bultos en sus dos caballos.

Llegamos a unas ruinas hindúes, bastante chulas, y empezamos a montar las tiendas de campaña en una pradera al lado de una casa. Aquí pernoctaremos nuestra primera noche.

Después de comer nuestra ración de arroz con verduras picantes, nos hemos ido a dar una vuelta río arriba y hemos intentado pescar sin mucho éxito.












Antes de anochecer, nos ha tocado matar al pollo que viajaba con nosotros todo el camino, sería la comida de los próximos tres días...

Tras pasar una noche bastante fría, amanecemos a las 7, desayunamos y ,después de cargar los dos caballos, iniciamos la ascensión hacía las cumbres.
En total, 4,5 horas de intensa y prolongada subida sin tregua!! Laura no podía respirar bien y el guía no hacía más que decirnos lo lentos que íbamos... ya se enterará este cuando bajemos....



Al fin llegamos a la cabaña donde pernoctaremos durante dos noches. Una choza de unos 15 metros cuadrados, con ventanas abiertas y suelo arenoso y húmedo... nos esperaban dos noches más de intenso frío....


Una vez establecidos en la cabaña, nos dispusimos a comer nuestra ración de arroz con pollo y verduras picantes que nuestro cocinero preparaba con mucha pericia.

Es increíble ver como maneja su “trapo mágico”, trapo con manchas abundantes, multicolor, que lo mismo utiliza para poner y sacar las ollas del fuego, para limpiar los platos y vasos, para barrer las mantas del suelo, para sonarse los mocos, secarse la cara..... Pero esto es la India!!, y ya hicimos bien en venir sin escrúpulos ningunos y dispuestos a soportarlo todo...

Comimos y nos fuimos a tomar el sol un rato y a contemplar las vistas que la ladera donde nos encontrábamos nos brindaba. Realmente había merecido la pena la ardua subida.

De repente, empezamos a escuchar ruidos como de relámpagos, pero el cielo estaba despejado, por lo que después de preguntar, nos dimos cuenta de que solo un valle nos separaba de la frontera con Pakistan, y lo que se escuchaban eran los enfrentamientos entre ambos bandos, o quizás algunas maniobras de entrenamiento... lo que sabíamos es que estábamos seguros y de que nadie vendría a molestarnos a nuestra cabaña.

Llegó la noche a eso de las 18 y con ella el frío intenso y el viento. No nos separábamos del fuego de la cabaña para nada y en pocos minutos nos sirvieron la cena, ¿a que no adivináis que había...? Arroz con pollo y verduras picantes!!!

El buen rollo ambientaba la cabaña y nos ayudaba a soportar las inclemencias del tiempo. Se lo pasaban muy bien con mi inglés de estar por casa y mis incesantes faltas, también nos enseñaban palabras en su idioma y nosotros en el nuestro. Les dijimos que eran masocas por pasar frío cada noche teniendo mantas de sobras y les encantó la palabra. A raíz de aquí, ellos nos pusieron nombres en su idioma (SHILA y JOHN) y nosotros a ellos (MANOLO y ANTONIO). La verdad es que les poníamos a parir en español y como no se enteraban.... suponemos que ellos harían lo mismo...

Cenamos, una partidita a cartas para matar una horita más y a eso de las 19:30 a dormir!! Nos metimos en nuestra tienda de campaña que estaba montada dentro de la cabaña para protegernos un poco del viento.

Como era de esperar, no tenían esterilla en el suelo, y en vez de ello ponen una manta. Por lo que como todos os imaginaréis, en cuestión de una horita todo el frío del suelo húmedo empezó a calar nuestros cuerpos y empezaron los temblores.... que duraron hasta el amanecer.

Sin perder el buen humor y con ganas de disfrutar de un nuevo día de sol radiante, nos ofrecieron un chai (te con leche muy bueno) con unas galletitas de te y unas tostadas. El frío de la noche pasaba a segundo plano y ya estábamos planeando el día, una excursión hasta un lago que había entre las montañas un poco más arriba de donde nos encontrábamos.


1,5 horas nos costó llegar hasta el primer lago Gangabal Lake, todo un paseo comparado con la subida del día anterior. El paraje era precioso y la pesca aquí sería productiva... más nos valía si queríamos cenar...

10 minutos más de subida y llegamos hasta el 2º lago, (ahora no me acuerdo del nombre...), mucho más grande que el primero.
El agua estaba congelada pero aproveché la ocasión para despelotarme y darme un baño escueto!! se agradecía un poco de higiene... Laura no pudo, ya que aquí las mujeres han de guardar la compostura ante los hombres.
Después de toda la jornada con siesta al solecito de 1 hora incluida, volvimos a nuestra cabaña con la suculenta cifra de 22 pescados!! nuestro guía era un crack pescando y esa noche no pasaríamos hambre.

Son muy guarros, lo dejan todo tirado en la montana como si nada y encima se extranan de que nosotros queramos llevarnos nuestra basura. La verdad es que no son nada respetuosos con el entorno.

El sol se volvió a ir, y vino el frío y la brisa nocturna nada agradable por lo que estar tirado al lado del fuego viendo como cocinan el pescado para cenar era todo un lujo para nosotros. Pero el recuerdo de la noche anterior nos inquietaba y los temblores por todo el cuerpo empezaban a aparecer solo de saber lo que nos esperaba...

Cenamos pescadito frito muy bueno, con arroz, pollo y verduras picantes, unas partiditas a la brisca y... a la tortura!! Esta noche hemos decidido probar algo, ellos tienen una tienda que no utilizan, por lo que la pondremos debajo para ver si podemos aislarnos un poco de la humedad y frío del suelo...

Las 6 de la mañana y no hemos mejorado mucho con respecto a la noche anterior, en vez de tener frío a la hora de acostarnos, hemos empezado a sentirlo a las 3 horas de acostarnos, pero era debido a la brisa que no dejaba de soplar toda la noche.

Nos vestimos, nos tomamos nuestro chai junto al fuego y recuperamos todo el calor perdido en la noche. Seguimos sin entender como estamos de tan buen humor después del suplicio que pasamos cada noche... supongo que estamos mentalizados a pasar penuria y nada nos cae en grande...

Hoy nos toca bajar todo lo que subimos el primer día pero por un valle paralelo. Por si no lo sabéis, se me da muy bien bajar por la montaña y puedo bajar corriendo todo el camino, por lo que en esta ocasión nuestro guía se tendría que comer sus palabras de que éramos lentos...
Antes de salir, le preguntamos al guía cuanto tiempo se tardaba en bajar, y nos dijo que lo normal 3,5 horas, pero con nosotros unas 5 horas...

La bajada empezó y, tal y como nos imaginábamos por las explicaciones del guía, era de esas bajadas chulas, con muchas piedras, empinadas y resbaladizas... nuestra especialidad!! En cuestión de 1 hora y 40 minutos estábamos abajo. Ni los caballos nos podían seguir.... El guía no se lo creía y de intentar seguirnos le entraron unas agujetas que no le dejaban casi andar.



Llegamos a lo que sería nuestro refugio por esta noche, otra cabaña similar a la del día anterior pero en el valle con el río al lado y un montón de tiendas de campaña de gente gitana delante de la cabaña a todo lo largo del río.

Comimos y aprovechamos para lavar ropa en el río.

Tuvimos la suerte de poder contemplar una boda gitana y nos pudimos hacer fotos con todo el poblado gitano. Pudimos ver al futuro marido, pero a la futura mujer no ya que se encontraba en otra población.















Los gitanos son comunidades nómadas que viven en tiendas de campaña y viven de la agricultura y algo de ganadería, además ofrecen sus caballos para cargar con los trastos en los treckings de los turistas.

Se acercaba la noche y, aunque estábamos más bajos, el frío era más intenso y el aire más constante. Pero después de tres noches de frío intenso, esta noche dormiríamos calentitos...
Desmontamos la tienda, la parte interior la pusimos en el suelo a modo de aislante, encima pusimos las dos mantas, encima nos pusimos nosotros y encima de nosotros y nuestros sacos pusimos la parte exterior de la tienda, para que nos protegiese del viento. Chapó!!! dormimos muy bien.

Al despertarnos esta mañana, nos damos cuenta de que nosotros también tenemos unas agujetas que casi no nos dejan andar... Ya nos veis a nosotros con el guía y el cocinero haciendo gimnasia en la cabaña y fumando shisha para recuperarnos...


A eso de las 13, bajamos hasta el pueblo de donde partimos “Naranagh” donde supuestamente nos vendría a recoger el coche para llevarnos de vuelta a SRINAGAR.

Llegamos en 1 hora o menos y, después de esperar hasta el anochecer, el coche no vino.
Por suerte no tuvimos que pasar otra noche de frío y nos dejaron dormir en casa del hombre de los caballos. Nosotros no pagamos nada, supongo que el guía pagó algo. Al fin y al cabo no era nuestro problema.


Al día siguiente, a eso de las 9 vino el coche a buscarnos, por lo visto había habido una huelga y las carreteras estaban cortadas. Eso es lo que nos dijeron, pero a nosotros nos da igual, no teníamos prisa y no íbamos a pagar nada más.
Teóricamente con el paquete entraba el autobús desde SRINAGAR hasta LEH, autobús que evidentemente habíamos perdido...

Llegamos a la casa flotante a eso de las 16, nos duchamos y nos fuimos a mirar internet.

Allí nos esperaba nuestro amigo “Shabbin” y su mujer ”Jasleen”. Cual fue nuestra sorpresa cuando nos sentó y nos quería cobrar 3000 rupias más en concepto del autobús que perdimos y la noche de más que habíamos pasado en la montaña.

Cual fue su sorpresa cuando le dijimos que no era nuestro problema y que no íbamos a pagar nada más. La verdad es que no insistió mucho y a partir de aquí la amistad pareció haberse desvanecido....

Al día siguiente desayunamos a las 7 y nos fuimos hacia la estación de autobuses a las 8 para partir dirección a LEH.

Nuestro amigo Shabbin no nos dio su email, ni su teléfono y ni si quiera se levantó para decirnos adiós. Pero bueno, las experiencias vividas para nosotros se quedan y solo nos queda agradecerle su hospitalidad (aunque un poco interesada) y la oportunidad que nos dio de vivir con ellos la fiesta de fin de año (EID) con su familia.


email: unpaseilloporelmundo@hotmail.com

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