Anantapur, Ciudad del Infinito.

5 al 12 de febrero del 2009


Con tristeza pero con alegría en el cuerpo le decimos adiós a Hampi y confiamos en que algún día volveremos.


Un par de horas después del mediodía llegamos por fin a Anantapur después de 6 horas de tortuoso autobús (120 rupias).


En Anantapur tienen su propio dialecto que es el Telugu y con el que se comunica toda la población. Así pues, la traducción al español de Anantapur es “Ciudad del infinito”.


Y precisamente esta fue la ciudad que escogió Vicente Ferrer para crear la hoy conocida Fundación que lleva su nombre.


En total pasamos allí una semana… y que semana… aquello era como estar en un cuento de hadas. Simplemente es algo increíble pero muy cierto y palpable. Una muestra clara de que las palabras se convierten en hechos.



Todo un equipo de personas formado por voluntarios y trabajadores locales unidos para dar vida a los proyectos de la Fundación (más información en http://www.fundacionvicenteferrer.org/).








Uno de los proyectos es el de apadrinar a un niño. Y Yolanda y una amiga suya tienen cada una a una niña (Sreedevi y Kumavathi). Aprovechando la ocasión fuimos a visitarlas.

Madre mía!!!! Como describir lo que sentimos al llegar a la aldea y ver tan magno recibimiento… collares de flores, coco, plátanos y galletas y sobre todo el cariño de las niñas y de sus familias, y por que no… del todo el pueblo que allí se reunía para formar parte del encuentro. Con cada una de ellas fue diferente pero al mismo tiempo especial.

Nos hicieron sentir como reyes pero no se dieron cuenta de que los reyes eran ellos pues afortunados nosotros de poder admirar sus sonrisas de felicidad y ver que no es necesario un mundo de consumismo para tener una “vida adecuada”.

Les llevamos un pequeño detalle a cada una de ellas y a sus familias y caramelos para el resto del pueblo. Ente bailes y canciones angelicales nos tuvimos que despedir, pero no sin antes prometerles que sus madrinas vendrán algún día a visitarlas, jejeje. Ya sabeis lo que toca!!!







Y así, sin apenas darnos cuenta fueron pasando los días y nosotros seguíamos inmersos en un mundo donde gracias al ahínco y esfuerzo de una sólida organización con Vicente al frente los sueños se han podido convertir en realidad.

A ti Vicente, persona entrañable y asequible para todos. Con tus 89 años, ahí sigues al pie del cañón fresco como una rosa. Te encanta conocer a los nuevos visitantes y pasearte por la cantina de la fundación en busca de conversación y para echar algún que otro piropo a las mujeres… que pillo eres!!! Y que bueno y dulce.



"Ninguna acción buena se pierde en este mundo,
en algú n lugar quedar á para siempre"
Vicente Ferrer

E-mail: unpaseilloporelmundo@hotmail.com

1 comentario:

Anónimo dijo...

IM-PRESIONANTE chicos, en dos palabras...sois GRANDES como dos SOLES...gracias a gente como vosotros tambien Vicente Ferrer sonrie...MIL GRACIAS por mirar a través de mis ojos...YOLANDA